24 noviembre, 2007

Principio de una historia ^^

Esta historia es la suma de pequeñas historias, un cúmulo de casualidades que discurren de forma curiosa.

Esta historia intenta reflejar un momento, del que se recogen muchos detalles que influyen en muchas otras historias.

Esta historia no empieza por el principio, las buenas historias no empiezan así.

En esta historia, como en todas, cada uno de los pequeños detalles imperceptibles si no les prestas atención, de los que la vida está plagada, deciden sobre el curso de los acontecimientos. En esta historia todo es posible.

La imaginación es algo curioso, común a todas las personas y sin embargo donde más se acentúan las distancias que nos separan. La herramienta con la que llenar un espacio que empieza estando vacío, y en el que la palabra infinito cobra sentido para romper todos los límites que puedan subyugarnos... y así crear nuestro refugio. El hogar que creamos con más libertad y del que nadie puede privarnos: nuestro mundo interior, cuyo cariz nos guía en los derroteros por los que vuela nuestra mente en los momentos de soledad, a veces cómoda, otras no tanto.

Con una simple conversación puedes descubrir en algunas personas cuales son los pilares de su mundo, con otras tardarás en averiguarlo y otros ocultan su intimidad con capas y capas que jamás conseguirás atravesar.

El personaje que ahora nos ocupa lleva el pelo largo y se encuentra en el último grupo, debo confensar que de los tres mi favorito.

Con las personas que se descubren sin reservas, los primeros momentos son una emoción constante, al encontrar aspectos en común, aspectos interesantes o simplemente curiosos. Sin tener que hacer nada hay gente que se desnuda ante ti, ante semejante bofetada de sinceridad no puedes hacer más que maravillarte... pero con el tiempo lo que no requiere esfuerzo acaba por perder interés.

Los del segundo grupo representan ya un pequeño desafío: debes ganarte su confianza.

A mi me intrigan los del tercero... ¿qué tiene que pasarle a alguien para que el sentimiento de vulnerabilidad sea tan fuerte como para tener que ahogarse a sí mismo con un escudo, que lo único que consigue es aislarle cada vez más y aumentar sus miedos?

Hay personas cuyas cartas no querría nadie y sin embargo mantienen en sus ojos ese brillo, que sólo la inocencia puede dar, pese a lo cansado de sus almas. Hay otras que pese a tener la vida resuelta desde el primer segundo, no aprenden a valorarla y disfrutarla, quedan atrapados en una espiral de rencores y culpas que solo puede conducir a una vida vacía. Otros lo pasan mal y simplemente no saben llevarlo...

El hombre de pelo largo y barba es de los últimos.




Cuando estás rodeado de gente y te sientes la persona más sóla y alejada de cualquier posibilidad de cobijo en el mundo, cuando lo único que esperas de la vida es que el tiempo simplemente pase sin dejar más cicatrices dolorosas a su paso, cuando el nivel de autocompasión llega a desbordar cualquier oportunidad de valentía... en esos momentos todo da igual con tal de no abandonar tu gris monotonía.

Cuando todo deja de tener importancia ocurre algo curioso... somos capaces derrepente de hacer cualquier cosa. Parece terrible que sea en esos momentos al borde del abismo en los que la libertad fluya por nuestras venas y nos impulse con auténtica fuerza, pero así somos...

La encorvada sombra que lo espera en aquel callejón estaba en uno de esos momentos.

Primer contacto

Pero antes de empezar a contaros la historia que nos ocupa mejor será que os diga donde sucede...


Desde que nacemos nuestras posibilidades se limitan al contexto del vientre del que salimos, algo realmente injusto, ya que no creo que ningún feto haya hecho méritos todavía como para hacer distinciones. Como si no fuera poco, para algunos trájico, el hecho de que algo tan irrisorio como un óvulo y un espermatozoide determiten en parte cuales serán nuestras características, el otro componente que nos define (el medio en el que vivimos y las situaciones a las que somos expuestos) es casi tan tajante desde el principio como nuestra genética.

Quiero decir que tras la cálida esperanza de libertad que todavía vive en algunos de nosotros la realidad es que tu procedencia hoy por hoy te limita más que ayuda, con excepciones claro está.

Sería tan emocionante como utópica una situación en la que el único objetivo y motivación de vida primordial fuera la supervivencia en sentido estricto. La sociedad tal como la conocemos por supuesto desaparecería, dejando como recuerdo la clara ruptura en el medio natural que las civilizaciones suponen en los paisajes.

Las leyes y normas sociales no escritas suponen un rígido cinturón para nuestros instintos... ¿que pasaría si todos fuésemos realmente libres de hacer cualquier cosa y nadie tuviera derecho a dictaminar sentencia, porque todas las consecuencias fuesen tan sólo las derivadas del curso natural de los acontecimientos?

Probablemente se cometerían atrocidades de todo tipo que nadie llegaría a conocer, y que nadie podría castigar; pero por otra parte tampoco es que la vida actual sea muy justa... por lo menos el criterio sería el establecido por la naturaleza y no el impuesto por la raza humana.

Es muy difícil imaginar a dónde conduciría una situación como esta...

Éste es el camino seguido por mi imaginación, seguramente equivocado, pero probablemente interesante.


Esta historia empieza pues donde acaba la historia del hombre.